Nuestro mundo está entrecruzado. Ninguna cultura vive totalmente aislada. El contacto no solo asemeja, también distingue. Las particularidades son bienes cada vez más importantes y necesarios. La propia identidad se nutre de la oposición o semejanza con otro. La curiosidad está creciendo. Queremos saber quiénes somos, quienes son los de al lado, y los del otro punto del mundo. Ellos también nos quieren conocer.
Gastronomía
Nos proponemos descubrir las historias que plantean los pueblos en cada plato…
Consumos culturales
Nuestras culturas necesitan de distintos envases para circular, formatos en donde el contenido se encuentra con sus participantes…