Consumos culturales

Nuestras culturas necesitan de distintos envases para circular, formatos en donde el contenido se encuentra con sus destinatarios. Puede ser a través de palabras, textos, sonidos o imágenes. Pueden ser sensaciones transmitidas de manera novedosa, desafiantes o manteniéndose fieles a un patrón tradicional. La mirada requiere ser más amplia para poder captar una comprensión completa de los fenómenos culturales, de todo lo que se pone en juego. La economía estructura una parte de lo que pasa, a la vez que otros ámbitos se mantienen por caminos paralelos al mercado. Estos dos ámbitos se entrecruzan intensamente. Las nuevas tecnologías acercan los formatos profesionales a los amateurs, las vanguardias tienen la historia del arte en sus manos para encararla.

Los enormes cambios que plantean los nuevos dispositivos tecnológicos ponen a prueba las visiones tradicionales de las industrias culturales, requiriendo las más de las veces una enorme reconversión de su modelo de negocio. El análisis de estas permutaciones es esencial para poder plantear alternativas que superen las barreras actuales, momento de quiebre del modelo que vino sustentándose desde hace más de un siglo.